lunes, 6 de diciembre de 2010

Las vacaciones

 He tardado más de lo que me gusta en volver a publicar una entrada en este, vuestro blog. La razón es que he estado de vacaciones y, aunque llevaba encima un ordenador portátil (como no), no tenía ganas de escribir. Vaguete que es uno.

 Este tiempo de asueto lo hemos pasado por centroeuropa y he descubierto un fenómeno la mar de curioso, véase: En esas tierras europeas cuando se unen temperaturas muy bajas y precipitaciones, ¡nieva! Y esta ha sido la clave de las vacaciones: tres ciudades visitadas, tres ciudades nevadas; con las particularidades de este fenómeno meteorológico: las estampas son muy bonitas para admirarlas pero es incomodísimo el moverse por ahí paseando. Hemos estado en Bratislava (capital de Eslováquia), Budapest (capital de Hungría) y Viena (capital de Austria).

 Ir de una ciudad a otra es muy sencillo y cómodo con el tren y, además, las distancias entre estas capitales es relativamente pequeña. Como curiosidad: las dos capitales de paises más cercanas del mundo son Bratislava y Viena separadas por unos sesenta kilómetros.

 Otra cosa curiosa nos ocurrió en Budapest: una tarde entramos a un bar ya cansados despues de caminar por la ciudad y allí estaban televisando un partido de futbol. No entendía nada de lo que hablaban pero los equipos, curiosamente, vestían con uniformes muy parecidos a los de algún equipo español, concretamente Madrid y Barcelona. Supongo que era un partido de la liga o la copa húngara y no le presté mucha atención; por afinidad me resultaba más simpático el equipo de rayas y, por como resultó el partido, debían de ser el primero contra el último de aquel país. Salí contento por el juego visto pero pensando: ¡lástima que esto no pueda pasar en la liga española!

 Por último, y por seguir un orden lógico, relataré nuestro regreso... En efecto, nos pilló enmedio la huelga de h. de p. (en eslovaco: controladores aéreos españoles). Debíamos volver el día 4 a las 16 h. de Viena a Barcelona para, allí, coger un tren hacia Zaragoza. Cuando fuímos a facturar el equipaje vimos que el vuelo estaba cancelado. Teníamos información vía internet, pero no estaba clara la situación, no sabíamos si los atracadores habían depuesto su actitud o no. Pues bien, como decidímos volver a casa lo antes posible y la compañía aérea (Vuelinggg) no volvía a operar hasta el día 7, nuestra odisea fué la siguiente: volamos desde Viena a París a las 17,30 h, desde París a Toulouse a las 21,30 h. y, a las 23,45 h. cogíamos un coche alquilado para ir de Toulouse a Zaragoza, ciudad a la que llegábamos a las 5,30 h. de la madrugada despues de atravesar los Pirineos, con los ojos en el suelo, y con una fotografía que nos hizo un radar francés en la autopista (éramos pocos y ...). Ahora, además, toca el rollo de las reclamaciones ya que la broma de los piratas aéreos nos ha salido bastante cara.

 En definitiva, es necesario tener vacaciones para descansar y desconectar del trabajo, viajar es muy interesante y enriquecedor pero esta vez, ¡vaya cagada de excursión!

 Continuará...

2 comentarios:

  1. Lo único que te ha faltado añadir a tu peripecia del regreso, es que por lo menos tenías a tu lado a tu mujercita...jijiji, que hubieses hecho sin ella

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  2. Menos mal que a mi lado estaba mi mujer, ¡Qué hubiese hecho yo sin ella!(este comentario no ha salido de mi imaginación, seguramente tendré que pagar derechos de autor/a)

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