martes, 6 de septiembre de 2011

Comidas y otros placeres

 Vengo leyendo desde hace una temporada y en diferentes medios sobre la existencia de restaurantes llamados clandestinos. Negocios de restauración fuera de la ley los ha habido siempre, no olvidemos que hay que cumplir bastantes requisitos antes de abrir uno de ellos: hay que contar con licencias municipales, de sanidad, de la comunidad autónoma correspondiente, etc. Además hay que pagar impuestos varios y la seguridad social de los trabajadores (si es que los hay). Por esto y alguna cosa más, algún "empresario" se arriesga a la ilegalidad con la esperanza de pasar desapercibido para el estado, que no para la clientela.

 Pero la nueva moda de los restaurantes clandestinos no va por ahí. Vaya por delante que bajo mi punto de vista no deja de ser una estrategia publicitaria para diferenciarse de la competencia en una época en la que parece estar ya todo inventado. Esta gente tiene un local que bajo la apariencia de un negocio cualquiera en realidad esconde un restaurante "secreto". Normalmente hay que saber una clave para tener acceso y estas se suelen pasar por el boca a boca a los conocidos. La sensación de estar ante algo que mezcla lo exclusivo con lo alegal es lo que hace que, de momento, estén teniendo exito en ciudades grandes, incluso españolas.

 Al final están pensados como negocio por lo que necesitan publicitarse de una forma u otra, ¡vaya clandestinidad! Sí es verdad que hay otros restaurantes montados en pisos en los que cocinan los dueños y sirven sus creaciones en el salón de casa que, para grupos pequeños, están más cerca de lo ilegal aunque seguro que algunos tienen su punto. Habrá que probar y quien sabe si algún día no hacemos algo parecido.

 Y, por fin, mañana empiezo mi aventura. Estaré treinta y tres (como el famoso restaurante) días fuera, días en los que no escribiré nada en este blog. Como leer hay que seguir leyendo, os mando una recomendación: Arte del buen vivir escrito por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer.

 A mi vuelta, si alguien quiere, lo comentamos.

 Continuará...