domingo, 26 de junio de 2011

Segundo intento

 Solo hay un precedente. De niño, cuando estudiaba en el colegio, envié un poema a una chica que me gustaba mucho, desearía acordarme de lo que escribí entonces aunque imagino que sería de una candidez propia de lo que éramos. Esa chica dudaba entre dos pretendientes, uno de los cuales era yo. Después de leer mi poema se decidió. Eligió al otro.

 Desde entonces no he vuelto a escribir un verso. Hoy veo llegado el momento de intentar parir un soneto. Siento algo de pudor pero este es el resultado:

Atardecer que en mi ventana veo,
cada ocaso hacia el final de los días
con su luz sensaciones deja frías,
aterido y ruidoso su siseo.

Conceptos, las razones en que creo
aquellas que alguna vez hice mías,
que alumbré en mi cabeza como a crías,
todas esas, perdieron su apogeo.

Si algo fuese, despacio anda llegando
no sé hasta donde lo dejarán crecer
¿es posible? ya en mí acabó calando.

Para criatura que acaba de nacer
algún nombre habrá que ir ya buscando
y pretendo que este sea: Amanecer.

 Ya está. Otro día intentaré escribir una tragedia griega en tres actos. Todo es ponerse.

 Continuará...

4 comentarios:

  1. ahí vá este quinteto:

    Sólo la edad me explica con certeza
    por qué un alma constante, cual la mía,
    escuchando una idéntica armonía,
    de lo mismo que hoy saca tristeza
    sacaba en otro tiempo la alegría".

    Un minuto me ha costado escribir este quinteto gracias a mis virtudes poéticas. Buscar rimas en
    internet, copiar y pegar, todo hecho poéticamente.
    El autor es Ramón de Campoamor para que no os quedeis con la duda.

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  2. Cinco horas le dediqué al engendro pero, eso si, nada tuvo que ver internet en este caso.

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